Cuando me senté a escribir estas líneas pensé en las personas ajenas a la arquitectura más que en estudiantes o arquitectos, una y otra vez me pregunto, en qué nos convertimos o nos estamos convirtiendo los arquitectos de ahora, creo que estamos dejando de lado nuestra verdadera labor.
Las personas en su mayoría piensan que la labor del arquitecto acaba con solo diseñar una casa o edificio “bonito”, están equivocados, involucra mucho más, cómo hacer ciudad, cómo cuidar su ciudad, cómo quererla, cómo identificarse y es por eso que otras ciudades de distintos países han sufrido un cambio inescrupuloso y ahora las encontramos en nuestra ciudad de Chiclayo con el asesinato de algunos edificios emblemáticos representativos de la arquitectura moderna en el Perú.
Pero se preguntaran las personas qué cosa es Arquitectura Moderna, cuáles son esos edificios de los que tanto hablan y qué tienen de diferente estos edificios de los otros y, así, estas personas harán muchas interrogantes, hasta nos pedirán una explicación.
La solución al problema no es la critica a las personas por su ignorancia , más bien deberíamos preguntarnos los arquitectos, qué estamos haciendo al respecto, para hacerles entender, al menos los que entendemos la buena arquitectura, ¿cómo lograr que la entiendan y salgan de la ignorancia ? derrepente invitando a la ciudadanía a asistir a conversatorios, coloquios, etc., organizados quien sabe por el COLEGIO DE ARQUITECTOS DEL PERÚ SEDE REGIONAL LAMBAYEQUE o por cualquier facultad de arquitectura que existen en nuestra ciudad, con la finalidad de explicarles el valor de estos edificios y la buena arquitectura, con palabras sencillas y concisas para hacerlos conscientes y partícipes de nuestras demandas cuando alguien inescrupuloso haga daño a uno de estos edificios.
Como se puede deducir anteriormente nosotros somos los verdaderos culpables y asesinos de nuestra ciudad; estudiantes, docentes , arquitectos , facultades de arquitectura, el CAP e instituciones que estén relacionados al tema.
No llegaremos a nada si seguimos culpando a nuestras autoridades y a las personas por su ignorancia, debemos hacernos una auto - critica.
La ignorancia de ellos debemos aplacarla y hacerles entender que deben querer a su ciudad, y es por eso que cuando derrumben o malogren edificios representativos deben estar preparados y denunciarlos.
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Si no intentamos llegar a ellos, habremos perdido la batalla por hacer ciudad.
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No solo son edificios sino también espacios públicos, residenciales, urbanizaciones, calles, veredas, monumentos, parques jardines, etc…que ellos desconocen. Porque no están catalogados, no están en un libro, revista o dosier para que puedan apreciarlos y saber reconocerlos. No son muchos pero recorriendo Chiclayo con el lente de mi cámara, encontré edificios escondidos por cambios que sufrieron por desconocimiento de sus dueños, como El Gran Hotel Chiclayo, El edificio de oficinas de abogados frente al Palacio de Justicia o edificios pintados cubriendo su verdadera piel sin tener criterio, como Serpost, además de La Residencial FAP, La Residencial Pascual Saco, Residencial Leguía, Mercado Modelo, Club de la Unión, Casas en Patazca y casas en Santa victoria entre otros.
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Si no intentamos llegar a ellos, habremos perdido la batalla por hacer ciudad.
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No solo son edificios sino también espacios públicos, residenciales, urbanizaciones, calles, veredas, monumentos, parques jardines, etc…que ellos desconocen. Porque no están catalogados, no están en un libro, revista o dosier para que puedan apreciarlos y saber reconocerlos. No son muchos pero recorriendo Chiclayo con el lente de mi cámara, encontré edificios escondidos por cambios que sufrieron por desconocimiento de sus dueños, como El Gran Hotel Chiclayo, El edificio de oficinas de abogados frente al Palacio de Justicia o edificios pintados cubriendo su verdadera piel sin tener criterio, como Serpost, además de La Residencial FAP, La Residencial Pascual Saco, Residencial Leguía, Mercado Modelo, Club de la Unión, Casas en Patazca y casas en Santa victoria entre otros.
Creo que es hora de ponernos la mano en el pecho todos los arquitectos e instituciones que velan por poner en valor este tipo de edificios y espacios públicos que existe en nuestra ciudad y a la vez, enseñarles a todos nuestros ciudadanos a reconocerlas y concientizarlos de la importancia de la buena arquitectura.
Después de anotar esto, espero que no sólo quede en estas líneas, e invito a todos que se sumen y ayuden a ser útil este propósito y fomentar este objetivo, está en manos de nosotros.