lunes, 23 de mayo de 2011

domingo, 15 de mayo de 2011

SÁBATO, BORGES Y UNA PENA

Por: Antonio Muñoz Monge
Lima - Perú, Domingo 08 de Mayo del 2011
Publicado en el suplemento "El Dominical" del diario "El Comercio"

SÁBATO, BORGES Y UNA PENA

A mediados de los años setenta Borges y Sábato fueron entrevistados por Orlando Barone: sus diálogos quedaron grabados para la posteridad.

“Sé que venían por el pasillo de la casa, tomados del brazo, lentamente. El bastón era un péndulo en las manos de Borges. Entreví dos sombras y detrás a dos hombres y dentro de las sombras y los hombres, entreví el amor y la muerte, la lucha y el arte, es decir: la vida”, escribe el periodista Orlando Barone. Entre diciembre de 1974 y marzo de 1975, el escritor y periodista argentino reunió a los dos más grandes escritores argentinos: Ernesto Sábato y Jorge Luis Borges para que dialogaran sobre los más diversos temas, entre ellos de Martín Fierro, el más emblemático personaje de la literatura gaucha.

Algunas reflexiones

Borges: […] Fierro no fue un rebelde. Sábato: Creo que Fierro es un rebelde ante el tratamiento de frontera y las injusticias del tiempo. A partir de su rebeldía accede a esos altos niveles y expresa los grandes problemas espirituales. Borges: Proponer a M. Fierro como personaje es un error. Es como si se propusiera a Macbeth como modelo de ciudadano británico. Sábato: Lo que prueba que un gran escritor no tiene por qué crear buenas personas. Ninguna obra de arte es moralizadora en el sentido edificante de la palabra. Sí sirven al hombre en un sentido más profundo. El artista es por excelencia un rebelde. Si un artista tiene algo que decir, lo dirá igual. No lo va a atrapar nada. Ni la fama ni la policía secreta. Para mí escribir es un desgarramiento. Pienso en primer lugar que el hombre es un ser emocional y en segundo lugar, intelectual. El éxito no es necesario ni suficiente para que la obra sea valiosa. La realidad es infinita y cada artista crea la suya. Una vez dije que el hombre es un dios cuando sueña y apenas un mendigo cuando piensa.Siempre tuve miedo al futuro, porque en el futuro, entre otras cosas, está la muerte. Borges: Cómo, ¿usted le tiene miedo a la muerte?
Sábato: la palabra exacta sería tristeza. Me parece muy triste morir.

El dolor de Barone

El gran Sábato murió el pasado sábado 30 de abril, a poco de cumplir 100 años el próximo junio.
Murió en Santos Lugares, su barrio de siempre, en las afueras de Buenos Aires.
Barone publicó al día siguiente un sentido artículo. “Se murió y sí, se murió Ernesto, mi otro padre. A sus casi cien años morir no es una sorpresa pero no es menos pena. Acaso más tranquila ya que es natural a la vida que alguna vez termina.
Me enseñó –y no significa que aprendí– a no ser ingrato, a no ceder a la frivolidad, a no escribir sin sentimiento, a no privilegiar la vigilia sino el sueño. Y a no subir un escalón más si todavía no pisé fuerte el escalón de abajo. Junto a él compartí momentos de los cuales siempre me llevé algo, y no sé si lo compensé con alguna migaja.
Es la historia la que después teje la ubicación del muerto en este o aquel lugar, o lo desvanece o lo sepulta […]. Si por mí fuera a Ernesto lo ubicaría alto. En la literatura, en el pensamiento, en el humanismo y en la política.
De alguien que vive casi toda una vida en la misma y sencilla casa, en Santos Lugares; en el mismo barrio, junto a los mismos vecinos y a los mismos árboles y plantas; de alguien que amó a los perros y los gatos, a los pájaros, a los escarabajos mínimos y los terrones de tierra de su jardín siendo millonario de tentaciones y de rangos, no hay que dudar: hay que cerrar los ojos y entregarse.
Siempre lo vi usar durante décadas el mismo par de zapatos porque le gustaban. Es un hombre. Insisto, no ‘fue’ un hombre sino que ‘es’. Porque deja su molde entre nosotros”.
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sábado, 14 de mayo de 2011

JOSÉ ANTONIO CODERCH

ARTÍCULO PUBLICADO POR_WAN [web architecture magazine].
POR ARQ. JOSÉ ANTONIO CODERCH
NO SON GENIOS LO QUE NECESITAMOS AHORA.

Al escribir esto no es mi intención ni mi deseo sumarme a los que gustan de hablar y teorizar sobre Arquitectura. Pero después de veinte años de oficio, circunstancias imprevisibles me han obligado a concretar mis puntos de vista y a escribir modestamente lo que sigue: 

Un viejo y famoso arquitecto americano, si no recuerdo mal, le decía a otro mucho más joven que le pedía consejo: "Abre bien los ojos, mira, es mucho más sencillo de lo que imaginas." También le decía: "Detrás de cada edificio que ves hay un hombre que no ves." Un hombre; no decía siquiera un arquitecto.

No, no creo que sean genios lo que necesitamos ahora. Creo que los genios son acontecimientos, no metas o fines. Tampoco creo que necesitemos pontífices de la Arquitectura, ni grandes doctrinarios, ni profetas, siempre dudosos. Algo de tradición viva está todavía a nuestro alcance, y muchas viejas doctrinas morales en relación con nosotros mismos y con nuestro oficio o profesión de arquitectos (y empleo estos términos en su mejor sentido tradicional). Necesitamos aprovechar lo poco que de tradición constructiva y, sobre todo, moral ha quedado en esta época en que las más hermosas palabras han perdido prácticamente su real y verdadera significación.

Necesitamos que miles y miles de arquitectos que andan por el mundo piensen menos en Arquitectura (en mayúscula), en dinero o en las ciudades del año 2000, y más en su oficio de arquitecto. Que trabajen con una cuerda atada al pie, para que no puedan ir demasiado lejos de la tierra en la que tienen raíces, y de los hombres que mejor conocen, siempre apoyándose en una base firme de dedicación, de buena voluntad y de honradez (honor).

Tengo el convencimiento de que cualquier arquitecto de nuestros días, medianamente dotado, preparado o formado, si puede entender esto también puede fácilmente realizar una obra verdaderamente viva. Esto es para mí lo más importante, mucho más que cualquier otra consideración o finalidad, sólo en apariencia de orden superior.

Creo que nacerá una auténtica y nueva tradición viva de obras que pueden ser diversas en muchos aspectos, pero que habrán sido llevadas a cabo con un profundo conocimiento de lo fundamental y con una gran conciencia, sin preocuparse del resultado final que, afortunadamente, en cada caso se nos escapa y no es un fin en sí, sino una consecuencia.

Creo que para conseguir estas cosas hay que desprenderse antes de muchas falsas ideas claras, de muchas palabras e ideas huecas y trabajar de uno en uno, con la buena voluntad que se traduce en acción propia y enseñanza, más que en doctrinarismo. Creo que la mejor enseñanza es el ejemplo; trabajar vigilando continuamente para no confundir la flaqueza humana, el derecho a equivocarse -capa que cubre tantas cosas-, con la voluntaria ligereza, la inmoralidad o el frío cálculo del trepador.

Imagino a la sociedad como una especie de pirámide, en cuya cúspide estuvieran los mejores y menos numerosos, y en la amplia base las masas. Hay una zona intermedia en la que existen gentes de toda condición que tienen conciencia de algunos valores de orden superior y están decididos a obrar en consecuencia. Estas gentes son aristócratas y de ellos depende todo. Ellos enriquecen la sociedad hacia la cúspide con obras y palabras, y hacia la base con el ejemplo, ya que las masas sólo se enriquecen por respeto o mimetismo. Esta aristocracia, hoy, prácticamente no existe, ahogada en su mayor parte por el materialismo y la filosofía del éxito. Solían decirme mis padres que un caballero, un aristócrata es la persona que no hace ciertas cosas, aun cuando la Ley, la Iglesia y la mayoría las aprueben o las permitan. Cada uno de nosotros, si tenemos conciencia de ello, debemos individualmente constituir una nueva aristocracia. Este es un problema urgente, tan apremiante que debe ser acometido en seguida. Debemos empezar pronto y después ir avanzando despacio sin desánimo. Lo principal es empezar a trabajar y entonces, sólo entonces, podremos hablar de ello.

Al dinero, al éxito, al exceso de propiedad o de ganancias, a la ligereza, la prisa, la falta de vida espiritual o de conciencia hay que enfrentar la dedicación, el oficio, la buena voluntad, el tiempo, el pan de cada día y, sobre todo, el amor, que es aceptación y entrega, no posesión y dominio. A esto hay que aferrarse.

Se considera que cultura o formación arquitectónica es ver, enseñar o conocer más o menos profundamente las realizaciones, los signos exteriores de riqueza espiritual de los grandes maestros. Se aplican a nuestro oficio los mismos procedimientos de clasificación que se emplean (signos exteriores de riqueza económica) en nuestra sociedad capitalista. Luego nos lamentamos de que ya no hay grandes arquitectos menores de sesenta años, de que la mayoría de los arquitectos son malos, de que las nuevas urbanizaciones resultan antihumanas casi sin excepción en todo el mundo, de que se destrozan nuestras viejas ciudades y se construyen casas y pueblos como decorados de cine a lo largo de nuestras hermosas costas mediterráneas.

Es por lo menos curioso que se hable y se publique tanto acerca de los signos exteriores de los grandes maestros (signos muy valiosos en verdad), y no se hable apenas de su valor moral. ¿No es extraño que se hable o escriba de sus flaquezas como cosas curiosas o equívocas y se oculte como tema prohibido o anecdótico su posición ante la vida y ante su trabajo?

¿No es curioso también que tengamos aquí, muy cerca, a Gaudí (yo mismo conozco a personas que han trabajado con él) y se hable tanto de su obra y tan poco de su posición moral y de su dedicación?

Es más curioso todavía el contraste entre lo mucho que se valora la obra de Gaudí, que no está a nuestro alcance, y el silencio o ignorancia de la moral o la posición ante el problema de Gaudí, que esto sí está al alcance de todos nosotros.

Con grandes maestros de nuestra época pasa prácticamente lo mismo. Se admiran sus obras, o , mejor dicho, las formas de sus obras y nada más, sin profundizar para buscar en ellas lo que tienen dentro, lo más valioso, que es precisamente lo que está a nuestro alcance. Claro está que esto supone aceptar nuestro propio techo o límite, y esto no se hace así porque casi todos los arquitectos quieren ganar mucho dinero o ser Le Corbusier; y esto el mismo año en que acaban sus estudios. Hay aquí un arquitecto, recién salido de la Escuela, que ha publicado ya una especie de manifiesto impreso en papel valioso después de haber diseñado una silla, si podemos llamarla así.
La verdadera cultura espiritual de nuestra profesión siempre ha sido patrimonio de unos pocos. La postura que permite el acceso a esta cultura es patrimonio de casi todos, y esto no lo aceptamos, como no aceptamos tampoco el comportamiento cultural, que debería ser obligatorio y estar en la conciencia de todos.
Antiguamente el arquitecto tenía firmes puntos de apoyo. Existían muchas cosas que no eran aceptadas por la mayoría como buenas o, en todo caso, como inevitables, y la organización de la sociedad, tanto en sus problemas sociales como económicos, religiosos, políticos, etc., evolucionaba lentamente. Existía, por otra parte, más dedicación, menos orgullo y una tradición viva en la que apoyarse. Con todos sus defectos, las clases elevadas tenían un concepto más claro de su misión, y rara vez se equivocaban en la elección de los arquitectos de valía; así, la cultura espiritual se propagaba naturalmente. Las pequeñas ciudades crecían como plantas, en formas diferentes, pero con lentitud y colmándose de vida colectiva. Rara vez existía ligereza, improvisación o irresponsabilidad. Se realizaban obras de todas clases que tenían un valor humano que se da hoy muy excepcionalmente. A veces, pero no con frecuencia, se planteaban problemas de crecimiento, pero afortunadamente sin esa sensación, que hoy no podemos evitar, de que la evolución de la sociedad es muy difícil de prever como no sea a muy corto plazo.
Hoy día las clases dirigentes han perdido el sentido de su misión, y tanto la aristocracia de la sangre como la del dinero, pasando sobre todo por la de la inteligencia, la de la política y la de la Iglesia o iglesias, salvo rarísimas y personales excepciones contribuyen decisivamente, por su inutilidad, espíritu de lucro, ambición de poder y falta de conciencia de sus responsabilidades al desconcierto arquitectónico actual.
Por otra parte, las condiciones sobre las cuales tenemos que basar nuestro trabajo varían continuamente. Existen problemas religiosos, morales, sociales, económicos, de enseñanza, de familia, de fuentes de energía, etcétera, que pueden modificar de forma imprevisible la faz y la estructura de nuestra sociedad (son posibles cambios brutales cuyo sentido se nos escapa) y que impiden hacer previsiones honradas a largo plazo.
Como he dicho ya en líneas anteriores, no tenemos la clara tradición viva que es imprescindible para la mayoría de nosotros. Las experiencias llevadas a cabo hasta ahora y que indudablemente en ciertos casos han representado una gran aportación, no son suficientes para que de ellas se desprenda el camino imprescindible que haya de seguir la gran mayoría de los arquitectos que ejerce su oficio en todo el mundo. A falta de esta clara tradición viva, y en el mejor de los casos, se busca la solución en formalismos, en la aplicación rigurosa del método o la rutina y en los tópicos de gloriosos y viejos maestros de la arquitectura actual, prescindiendo de su espíritu, de su circunstancia y, sobre todo, ocultando cuidadosamente con grandes y magníficas palabras nuestra gran irresponsabilidad (que a menudo sólo es falta de pensar), nuestra ambición y nuestra ligereza. Es ingenuo creer, como se cree, que el ideal y la práctica de nuestra profesión pueden condensarse en slogans como el del sol, la luz, el aire, el verde, lo social y tantos otros. Una base formalista y dogmática, sobre todo si es parcial, es mala en sí, salvo en muy raras y catastróficas ocasiones. De todo esto se deduce, a mi juicio, que en los caminos diversos que sigue cada arquitecto consciente tiene que haber algo común, algo que debe estar en todos nosotros. Y aquí vuelvo al principio de esto que he escrito, sin ánimo de dar lecciones a nadie, con una profunda y sincera convicción.

José Antonio Coderch, 1960


sábado, 7 de mayo de 2011

MOVIMIENTO MODERNO, SEMINARIO DE ARQUITECTURA

Y ARQUITECTURA MODERNA EN EL PERÚ''
SEMINARIO DE ARQUITECTURA:
AUDITORIO USAT - CHICLAYO - PERÚ
DEL 09 - 13/05/2011
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Con el término Movimiento Moderno se intentó englobar distintos procesos arquitectónicos que se desencadenaron en Europa con posteridad a la Primera Guerra Mundial, que tienen en común la superación de la arquitectura de estilo desde la búsqueda de una nueva concepción arquitectónica que responda a los vertiginosos avances tecnológicos, estéticos y sociales. Como todo proceso histórico, el Movimiento Moderno tiene un tiempo de duración que se acota al período entre guerras y que tiene como cúspide el final de los 20 e inicio de los 30.
  
La Arquitectura Moderna, si bien toma su nombre y se materializa en este proceso histórico, significa un profundo cambio en el modo de resolver el proyecto, que a partir de las propuestas de las vanguardias constructivas (neoplasticismo, suprematismo y purismo) culmina una idea de forma cuyas bases teóricas arrancan de la estética kantiana y se desarrollan a lo largo del s. XIX en la obra de los teóricos formalistas del arte. Propone sustituir el repertorio compositivo a priori definido del Neoclásico por la aproximación a la forma del objeto desde la solución de los requisitos del programa mediante una estructura espacial consistente.

Este revolucionario sistema de abordaje y solución del proyecto trasciende las fronteras temporales y físicas del Movimiento Moderno y es aprehendido con especial interés por los jóvenes arquitectos latinoamericanos que ven en él un camino de solución a la búsqueda de una arquitectura legítima: local desde la solución tecnológica y constructiva, universal desde la consistencia formal del objeto.

En el seminario esta pensado en dos bloques, en el primero revisaran los orígenes filosóficos, estéticos e históricos del Movimiento Moderno y los autores más destacados. En el segundo revisaran la difusión y consolidación de la Arquitectura Moderna en el Perú, así como algunos de las obras más significativas de la segunda mitad del siglo XX.

Expositor: Arq. Aldo Facho Dede formado en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Ingeniería (Lima - Perú). Título homologado en la Argentina. Estudios de Magister en la Argentina,Doctorado en España y creador del blog "LA FORMA MODERNA EN LATINOAMÉRICA". Experiencia profesional en Perú, Argentina y España. También se contará con la presencia de los reconocidos arquitectos Lambayecanos ganadores de distintos premios nacionales: Arq. Gonzalo Echeandia Vanderghem Director de Escuela de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo, Arq. Carlos Palomino Medina, decano de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil de la Universidad Particular de Chiclayo, Arq. Eduardo Itabashi Montenegro Director de escuela de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo e Ingeniería Civil de la Universidad Particular de Chiclayo. y el Arq. Javier Cortina Maruenda egresado de la Universidad Politecnica de Valencia,Escuela Técnica Superior de Arquitectura - España.

Temas:
09/05/2011
Fundamentos Filosóficos y Estético de la Modernidad
El Deutscher Werkbund y la Bauhaus
El Rigor Constructivo versus las Tipologías Neoclásicas
10/05/2011
Le Corbusier: Después del Cubismo y Hacia una Arquitectura
Mies Van der Rohe, Richard Neutra, Marcel Breuer, entre otros.
11/05/2011
Difusión de la Arquitectura Moderna en el Perú:
Luis Miró Quesada y "El Espacio en el Tiempo"
Las Reformas Curriculares en el Departamento de Arquitectura
La Agrupación Espacio
Fernando Belaunde Terry y las Unidades Vecinales
12/05/2011
Adolfo Córdova, Carlos Williams: Club Arequipa,
Casa D'Onofrio (Bianco), Edificios FAP, Escuela Naval.
Mario Bianco: Facultad de Arquitectura, Hotel Savoy
Luis Miró Quesada: Casa Wiracocha,
Edificio Radio El Sol.
13/05/2011
Santiago Agurto y la Coorporación de la Vivienda:
Residencial Angamos, Miraflores, Matute,
Centro Recreacional Huampaní.
Walter Weberhofer: Edlficio Atlas
Teodoro Cron: Compañía de Seguros Peruano Suiza,
Edificio en calle Roma.
Enrique Ciriani: Residencial San Felipe
Arana, Orrego y Torres: Aeropuerto Internacional Jorge Chávez

DIA:
DEL LUNES 09 AL VIERNES 13 DE MAYO 2011
LUGAR:
AUDITORIO DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA STO. TORIBIO DE MOGROVEJO USAT
PRECIOS:
ALUMNOS USAT S/. 75.00
ALUMNOS EXTERNOS S/. 100.00
PROFESIONALES EXTERNOS S/. 150.00
PRE-INSCRIPCIONES EN : INSCRÍBETE

AFICHES DISEÑADOS POR EL ALUMNO EDE LA F.A.U.I.C._U.D.CH. POOL PORTA GUERRERO

domingo, 16 de enero de 2011

UCHPA_AYACUCHO_PERÚ

UCHPA_ROCK_&_BLUES_EN_QUECHUA_AYACUCHO_PERÚ
















Uchpa es un grupo peruano de rock, grunge, y blues en quechua.
Formado en 1991. Freddy Ortiz e Igor Montoya fundaron la banda
en el año 1991 en Ayacucho, donde grabaron sus dos primeros álbumes.

HISTORIA

Uchpa logró notoriedad cantando en quechua. Formado en Ayacucho en 1991, primero tocando covers de Nirvana en quechua, y posteriormente Rock and Roll clasico de los 60's y 70's. El grupo inicial estaba casi conformado en su totalidad por músicos ayacuchanos, exceptuando a Fredy Ortiz, de Andahuaylas, siendo estos músicos: Igor Montoya, Tampa, Koki, Mr. Blues y Jaime Pacheco; pero luego se separaron por proyectos personales. Igor viajó y Fredy se va a Lima, trabajando como policía, llevando las maquetas conseguidas en los ensayos y armando nuevamente el grupo en Lima con el mismo nombre, pero con otros integrantes.

Uchpa, ya con 2 discos en su trayectoria, saca un tercer disco Qukman muskiy (Respiro diferente, 2000), como siempre, sólo en quechua. Y es con ese disco que se hace mucho más conocido en la capital peruana.

Chachaschay, una de sus canciones más conocidas, es un huayno peruano originario de Chaccra, una comunidad que se encuentra entre los límites de Apurímac y Ayacucho; huayno que generalmente se toca con arpa, violín y cantado por una mujer. Las personas de Andahuaylas, Apurímac o Ayacucho, sabrán que es un clásico, muy diferente a los huaynos de ciudad (Ñachu Mamayki yachanña Chachaschay/Quri anillu Qusqayta Chachaschay/ñachu mamayki yachanña chachaschay/Quri anillu Qusqayta chachaschay/Yachachun yachachun chachaschay/Quri anillu Qusqayta chachaschay - Primera estrofa).

INTEGRANTES

Fredy Ortiz (Voz)
Willy Hermoza (Batería)
Marcos Maizel (Primera Guitarra)
Cesar Gonzáles (Segunda Guitarra)
Carlos KCHTs (Bajo)
Juan Espinoza (Waqra puqu)

EX INTEGRANTES

Igor Montoya (Guitarra)
Bram Willems (Bajo)
Juan Manuel Alvan (Guitarra)
Ivo Flores (Bateria)
Miguel Ángel Cruz (Bajo)

DISCOGRAFÌA

1 - Wayrapin qaparichkan (Gritando en el viento) 1991
2 - Qawka kawsay (Viviendo en paz) 1995
3 - Qukman muskiy (Respiro diferente) 2000
4 - En Concierto En La Noche De Barranco 2003
5 - Lo mejor de Uchpa 2005
6 - Concierto 2005


UCHPA - "MANAÑACHIKI QAWASQAYKI" [subtitulado en español]
UCHPA - "SEGURO QUE YA NO TE VERÉ NUNCA MÁS"

UCHPA - PERÙ LLAQTA [subtitulado en español]
UCHPA - "PUEBLO PERUANO"



martes, 11 de enero de 2011

ANTONIO ARMESTO Y RAFAEL DIEZ

ESTE LIBRO SUPONE EL PRIMER ANÁLISIS RIGUROSO
DE LOS UTENSILIOS CONCEBIDOS POR CODERCH Y
UNA REFLEXIÓN SOBRE EL CONJUNTO DE SU OBRA.
"JOSÉ ANTONIO CODERCH"
DE ANTONIO ARMESTO
Y RAFAEL DIEZ


El objetivo primordial de esta monografía, fruto de más de cinco años de investigación, es analizar la compleja relación que José Antonio Coderch (1913-1984) estableció entre los objetos y el espacio arquitectónico. Para ello, se revisan atentamente los principales utensilios que concibió –la persiana de librillo, las chimeneas de chapa y la lámpara de láminas de madera, junto con los muebles de obra-, asociándolos a tres obras arquitectónicas con las que establecen una relación de íntima homología: la casa para el Instituto Social de la Marina en la Barceloneta, la casa Tàpies y la casa solariega de la familia en Espolla (Girona). Acompañan al texto numerosas imágenes y planos de algunas de sus obras más reconocidas, que ilustran los argumentos expuestos en los diversos ensayos.

El estudio de estos utensilios descubre una faceta crítica que permanecía prácticamente inédita y que ahora parece imprescindible no sólo para conocer mejor su obra sino, sobre todo, para medir el alcance de su significado cultural y darle un encuadre adecuado.

Así, este libro es el fruto de cruzar una investigación sobre los objetos con el análisis de la obra arquitectónica de Coderch, con el fin de seleccionar aquellos trabajos en los que se condensa lo esencial de sus inquietudes sobre los utensilios y sobre el espacio habitado. A través de esta selección se comprueba que los objetos por él definidos son conceptualmente inseparables de su arquitectura, constituyen verdaderas claves que describen un universo paradigmático y, por tanto, contienen el sustrato imaginativo de su actividad técnica y artística. Todos ellos tienen que ver con el calor y la luz (del fuego o del sol), tanto en su acepción física y termodinámica como en su acepción arquetípica, vinculada al fenómeno antropológico del habitar. Chimeneas, lámpara y persiana, se hallan, pues, unidos entre sí y con su arquitectura por una mágica, misteriosa y fascinante relación de analogía.

PRESENTACIÓN DEL LIBRO "JOSÉ ANTONIO CODERCH"
DE ANTONIO ARMESTO Y RAFAEL DIEZ.


viernes, 7 de enero de 2011

JORGE COSMÓPOLIS BULLÓN

CONFERENCIA MAGISTRAL POR ANIVERSARIO
"TENDENCIAS CONTEMPORÁNEAS EN CONSERVACIÓN"

PONENTE: Arq. Jorge Cosmópolis Bullón (HEXÀGONO DE PLATA 1994)
FECHA: lunes 10 de enero del 2011.
HORA: 9:00 a.m.
LUGAR: Auditorio José talavera Traverso_Ciudad Universitaria_U.D.CH_Pimentel
CREDITOS: 2 créditos (se entregarán certificados).
INGRESO LIBRE



















AFICHE DISEÑADO POR EL ALUMNO EDE LA F.A.U.I.C._U.D.CH. POOL PORTA GUERRERO

domingo, 5 de diciembre de 2010

ALBERTO CAMPO BAEZA

APRENDIENDO A PENSAR / Alberto Campo Baeza
Buenos Aires: Nobuko, 2008

 
INTRODUCCIÓN

Que las ideas que un arquitecto concibe se difundan, es la mayor prueba de que hay algo en ellas capaz de llegar a la cabeza y al corazón de la gente.

Que estas ideas vertidas en textos en la lengua de Cervantes se trasmitan, en universidades del mundo hispanoparlante, es la mayor satisfacción que puede caberle a un profesor que deja la vida en ello. Para los arquitectos que creemos que la creación es fruto del pensamiento, y que la arquitectura es idea construida.

Que estas ideas se propaguen a través del mundo, con la velocidad inusitada que prestan a las palabras los medios informativos actuales, es un regalo inmerecido.

Que en este libro impreso todavía en papel se publiquen, además, los textos de un conjunto de arquitectos jóvenes, convierte la aventura en algo fascinante. Porque la idea en brazos de las palabras de este nutrido grupo de las mejores cabezas y las mejores manos de la escuela de arquitectura de Madrid, expuestas aquí, son un regalo inmerecido.

Desde Jesús Aparicio Guisado hasta José Manuel López Peláez, desde Alberto Morrel Sixto a Raúl del Valle Gonzales, desde Héctor Fernández Elorza a Antón García Abril o desde cesar Jiménez Benavides hasta José maría Sánchez, hasta pablo Fernández Lorenzo al que a fuerza de ser invitado le eh robado el título de este libro.

Todos ellos, siendo muy diferentes entre sí, tienen en común ese “pensar con las manos” que es la lógica consecuencia de su decidida voluntad de hacer de la arquitectura una idea construida.

Hay una preciosa imagen que creo que es capaz de sintetizar todo lo que propongo: un expresivo dibujo de Jørn Utzon, el maestro, que muestra una persona que para escribir ¿dibujar? moja la pluma en el tintero de su abierta cabeza. Alguien que escribe-dibuja-construye con la cabeza, con la tinta de la razón. Alguien, el arquitecto, que construye ideas.
Alberto Campo Baeza

Octubre 2007

  
Leí en alguna oportunidad en algún blog una frase que me gusto mucho, que intentar era una suerte de “justificación racional para no hacer nada”. Me quedó muy grabada en mi mente esa frase, que empleo frecuentemente en mis conversaciones, reforzándola con aquello que dice: “Quien quiere hacer algo encuentra un medio; quien no quiere hacer nada encuentra una excusa” (Proverbio árabe). - Marcelo Bonsón.

… Una vez más vuelvo a plantearme: ¿Cómo poder transmitir con claridad lo que pienso? ; es tan complejo, pero no difícil hacerlo al escribir, me respondo. Al leer el libro - (recomendado por mi amigo Cesar Infantes): “APRENDIENDO A PENSAR”, compilatorio de Alberto Campo Baeza - reflexioné sobre el aprendizaje que deseo aportar y, que ha sido consecuencia de la meditación, no sólo como alumno, además como persona.
Entre las líneas del autor, encuentro un concepto que se acopla instantáneamente, inconscientemente a lo que veníamos haciendo: “difundir” lo que nuestros catedráticos nos regalaban inmerecidamente con la realidad que sabemos los que estudiamos dentro de nuestra Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Particular de Chiclayo (F.A.U.I.C. - U.D.CH.); de igual modo difundían, con enseñanza e ímpetu, y con ideas más claras , los arquitectos Eduardo Itabashi Montenegro y Carlos Palomino Medina ,después de su paso por la MAESTRÍA DE PROYECTOS ARQUITECTÓNICOS DE LA FACULTAD DE ARQUITECTURA Y URBANISMO – UNIVERSIDAD DE CUENCA. Asimismo sin dejar de lado arquitectos de la talla de Jorge Cosmópolis Bullón (HEXÁGONO DE PLATA 1994), Enrique vives Lapoint y todos nuestros docentes que nos forjaron o forjan, que no sólo nos guiaron o guían para ser buenos arquitectos, si no también ser personas de verdad. Se les agradece el regalo inmerecido que nos dieron y dan.